Prueba 1
Nakatomi Plaza
Wrong place, wrong time
martes, 4 de septiembre de 2012
domingo, 8 de enero de 2012
Joder, así a lo tonto…
Pues sí, a lo tonto, se me han pasado las tres semanitas de vacaciones que me
había pillado en un pis pas. Pis pas. Y eso que empezaron con un golpe muy duro
para mí. En mi última semana en la redacción, en medio del cierre, me entero de
que Hulk Hogan mantuvo relaciones homosexuales con el Brutus El Barbero (¿no le llamaban el Barbero Loco en Tele5?). Joder, muy
duro eso. Bueno, que al barbero Loco se ya se le veía. Porque los barberos ya
son, de por sí, muy sospechosos. Pero el pelo cardado, las mayas y el aceita
corporal… Pero Hulk Hogan, por favor. ¡Si eran los únicos brazos de un hombre
en los que un niño gordito y con gafas podía refugiarse sin temor! Pues anda ,
ahora resulta que también hubiera sido muy peligroso. Y es que le mundo de la
cultura es muy peligroso: Lo mismo te atiza por la espalda con una silla
plegable el manager de Randy Savage, o que estás firmando libros en la Feria
del Libro y en la caseta de al lado se te pone Sánchez Dragó. Y te habla o
algo.
El caso es que terminas así el 2011 y qué más te da que en
el 2012 llegue la serpiente emplumada de los mayas y nos ponga a todos a
mirar…. La estrella central del cinturón de Orión. Además, como es para
navidades del año que viene, pues ya una vez vista la pelis de Vengadores y el
último Batman de Nolan, pues ya puede reventar mil veces la patata ésta que
llamamos mundo. Pero bueno, que ya se verá… Yo sólo digo que miro al cielo y
veo cosas… Y me acojono.
Bueno, el plan inicial era poner un par de trailers que han
salido últimamente y comentarlos, pero no me atepete. La otra opción era
hablaro de Drive, de lo mucho que me gustó y de por qué creo que es un regreso
al vine inteligente de los 70 y los 80. Sólo con la escena del ascensor, la
otra tarde me pasé una hora de reloj hablando con el amigo Yago García. Así que tampoco me apetece mucho hablar
de la peli.
Y la verdad es que no me apetece hablar de nada. Ya vez vez,
para eso tengo un blog. Soy el triunfo evolutivo de la sociedad occidental y de
consumo: tengo un blog y tres cuentas en redes sociales para decir que estoy
perro. No me aburro, peor estoy perro. Me levanto, me hago un zumo, con
desgana, y digo: voy a ver si dibujo. Y me agobio pensando en ese cómics sobre
la vida de Philip K. Dick que estoy haciendo, y me acobardo. Así que digo: me
voya ponder a jugar a la play. Pero como soy un manta, pues me frustro y lo
dejo. Me pongo a escribir, paso un par de horas dándole a la teclas, y me atoro
en la trama. ¿Y cómo salgo de aquí? Pues lo dejo y sigo otro día. Me voy a
poner a hacer algo con mi vida, por ejemplo, pasar la aspiradora (la otra
opción es crear un rancho de pelusas de pasillo, pero también me da pereza). Y
cuando termino, me siento desmotivado para enlazar con otra acción. Voy a ver
una peli, y me rayo porque no me aptece ver ninguna especial. ¿Salgo a dar un
paseo? Pues no, porque para eso hay que salir a la calle.
En resumen, que durantes mis vacances he descansado, pero he
hecho bastante poco de lo que tenía en mente hacer. Sí, me he quitado unos
cuanto libros que tenía por ahí pendientes, pero desde luego ha sido un periodo
de tiempo de los más onanista. Y claro, ahora, tengo tanta cantidad de roscón
de reyes en el cuerpo que no puedo ni pensar en hacer algo. Así que estoy
deseando regresar a mi rutina. Mi viaje en bus a la redacción. Mi revista de cine
preferida. Mis horarios… Parece que cuando tienes menos tiempo para ti, te
organizas para poder hacer cosas, que luego, cuando tienes tiempo para ti, no
haces, porque, por ejemplo, has descubierto que en MARCA TV echan combates de
boxeo. Y claro, te dan las tres de la mañana viendo como un filipino de 6º
kilos le parte cara a un mexicano de equivalente peso. Y eso no es plan.
Bueno, me dejo de desvaríos. Ayer me fui a ver el Sherlock
Holmes 2 de Guy Ritchie. Y oye, está bien. Bueno, mejor dicho, está bieeeeen.
Así, con el “bien” arrastradillo, porque la verdad es que le falta bastante
salero. Quitando un par de diálogos, y un par de secuencias muy espectaculares
de acción marca Ritchie, queda poca cosa. Se hace incluso algo cansina. Y sn
mayor interés. Le falta la química que tenía la primera. Y también le falta la
innovación que aportaba la primera. Pero claro, la culpa es mía. A lo mejor me
hubiera gustado más si no hubiera visto antes el primer capítulo de la segunda
temporada de Sherlock, que es seguramente la mejor adaptación del personaje que
se ha hecho. Y voy a añadir “en años” para no parecer exagerado, pero que a mí
me encanta.
Voy a terminar con una idea. Llevo tiempo dándole vueltas a
convertir el BAZINGA! en un video blog.
O al menos, comenzar a hacer videos
parecidos a éste para el CINEMANÍA estoy trabajando en ello, pero como durante
estas navidades me he tropezado con esta chica tan maja, Mellow, pues me estoy pensando
hacer de NAKATOMI PLAZA también un VLOG, como lo llaman los modernos. No sé,
¿qué os parece? Me podéis dejar vuestras opiniones aquí en el blog o en Facebook
o Twuitter.
Os dejo con un video gracioso (atentos a la parte de Batman
Robin) y… ¡FELIZ CUMPLEAÑOS DAVID BOWIE!
domingo, 27 de noviembre de 2011
Aquel ritmillo...
Vale, parece que el post de la semana pasada ha vuelto a
hacer que la gente piense que soy un tipo irascible y antisocial. Ok, sí,
molaría ser algo así como Conan y no confiar en ningún hombre, mujer ni animal.
Sólo en el acero. Pero siendo sincero, yo no sería capaz de levantar una espada
de acero por encima de i cabeza más de tres veces seguidas sin sufrir una
taquicardia. Así que imagino que terminaré siendo algún tipo de recluso social
a lo Lovecraft, con mucha menos producción literaria (y talento), pero con más
blogs.
Bueno, voy a centrarme. Sigo adelante con mi maratón 007. Ya
no me quedan muchas pelis por delante, y se acerca el momento y retomar Star
Trek, desde la serie original. Ahí está: episodios clásicos de Star Trek, un
par de blogs y salir de casa lo justo para ir a trabajar y pillar provisiones.
Ahora suena triste, pero cuando llegue ese holocausto apocalíptico (para el
2012, por ejemplo), esa invasión extraterrestre o el evento zombie que todos
esperamos, ya veremos quién se ríe el último. Es una manera divertida (o algo)
de decir que me gusta mi estilo de vista monacal. Me siento cómodo sin tener
que establecer rutinas para encajarlas con nadie más. Ayer mismo veía ese
documental (malillo, por otra parte) que le hicieron a Sabina hace unos años,
“19 Días y 500 Noches”. En él preguntaban por un fetiche, y él respondía que
una llave, porque representa un espacio propio, un tiempo propio. Y me gustó, y
eso que Sabina y yo últimamente no coincidimos en muchas cosas.
Pero ustedes están aquí por el frikerío, así que al tema:
Esta semana le he dado un buen tute (pronto habrá un
BAZINGA! publicado) al SEÑOR DE LOS ANILLOS: LA GUERRA DEL NORTE. Me ha
sorprendido su calidad para ser un “juego de franquicia”. Es divertido,
jugable, y técnicamente está bastante bien. Lo recomiendo a todos aquellos que
sean fans de Tolkien o que no quieran complicarse la vida y simplemente pasar
buenos ratos apretando botones. Un juego de esos que si lo ves de segunda mano,
es una buena compra.
Otro juego al que he podido meter mano es SAINTS ROW: THE
THIRD. Un GTA con más violencia, más sexo y más de todo. Es un juego loco,
loco, loco que te permite hacer todo el mal que puedas imaginar por las calles
de una gran ciudad. Se supone que plantea una guerra entre bandas para dominar
el hampa de la ciudad, pero al final se reduce en ver quién la hace más gorda y
en ir pegando a la gente pro la calle. Es un juego que técnicamente no es para
volverse loco, pero muy, muy, muy divertido. Extremadamente divertido, porque…
¿quién no quiere ir por la calle haciendo el cabra y con un gran poder de
destrucción? Así que plantea un dilema moral: estoy divirtiendo jugando a que
pego a gente corriente por la calle sin ningún tipo de motivo. Así que creo que
en algún momento la gamberrada empieza a ser preocupante.
Ya que estoy ahora con lo de los juegos…
Pues parece que también voy a escribir sobre juegos en la
revista CAR. Y eso está muy bien, ¿no?
Esta semana he recolectado un par de videos interesantes.
El primero es el trailer de BRAVE, la nueva de PIXAR. A
primera vista no parce gran osa, pero.. Bueno, es PIXAR, así que tiene molar
aunque sólo sea un poco.
Aquí os dejo el anuncio que han hecho para promocionar el
nuevo campeonato de F-1 en los USA. Más yanqui no puede ser el anuncio, la verdad.
Pero es bastante impresionante. Y una buena manera de dejar para el desguace un
coche de carreras.
Ahora os dejo dos videos musicales que me han llamado la
atención y otro simplemente bonito (y aparentemente sencillo).
El primer clip es del grupo Genki Sudo. Mola por dos motivos: las caras de los viandante mejicanos, y por el extraño motor orgánico que forman estos locuelos nipones con sus cuerpos.
El primer clip es del grupo Genki Sudo. Mola por dos motivos: las caras de los viandante mejicanos, y por el extraño motor orgánico que forman estos locuelos nipones con sus cuerpos.
El otro video es PUMPED UP KICKS. Evidentemente, llama la
antención es el pájaro bailando, que algunas tomas parecen digitales. Pero a mí
me ha llamdo la atención porque me gustan esos videoclips sencillo de gente
normal bailando. Dos de mis favoritos, a demás de ser temas del grandiosos
Fatboy Slim, son de gente bailando, cada uno en su estilo.
Claro, que como todo en la vida, mejora cuando le pones a
Bruce Willi: Pues… NADIE, NADIE baila como Bruce Willis en El Último Boyscout.
Éste es el video bonito. Gente que baila, músiquita cool,
efectos minimal… Ese tipo de video chulos para las cortinillas de los canales
de TV.
Me despido y os dejo un blog chulo, chulo.
Yo quiero tener un par de estos en mi casa. Son geniales.
Y como ya os dije la semana pasada que estoy atrapado en ese
ESTUPENDO “EL TEMOR DE UN HOMBRE SABIO”, os dejo con otra cosa estupenda: el
nuevo disco de TOM WAITS. Oigan, ritmillos que haría bailar a los Hermanos
Pizarro si de vez en cuando salieran de su torreón.
Despedida y cierre, sólo con frikerío y musicote (y Bruce
Willis).
domingo, 20 de noviembre de 2011
Si lo llego a saber…
Una sema nada más. Ésta vez, breve. Y es que con un cierre
de por medio en CINEMANÍA, a uno no le da tiempo de ponerse con otras cosas que
no sea pasar el mayor tiempo posible durmiendo. O viendo pelis de James Bond.
La otra noche me puse una, así, a boleo. Y me salió “NUNCA DIGAS NUNCA JAMÁS”.
Y la verdad, me parece una peli un tanto… ridícula. Más allá de lo que lo
suelen ser la pelis de Bond. Y que conste que esa “ridiculez” es parte de su
encanto, pero me parece que las pelis más antiguas de la saga han envejecido
mejor. Con más dignidad. Tal vez sea que tenían menos pretensiones… Por
ejemplo, en “Nunca Digas Nunca Jamás”, ver a Sean Connery metiendo tripa (y eso
que a esa edad se mantenía bastante en forma), es un ejercicio de vergüenza
ajena del mayor sonrojo, aderezado por una colección de chistes
auto-referenciales que no terminan de mejorar esa ensalada. Todo lo contrario.
Casualmente, la siguiente película, aleatoria, de Bond de
mi maratón fue THUNDERBALL, conocida por aquí como “OPERACIÓN.TRUENO”. Uno de
esos rarísimo casos en el que nuestros originales títulos doblados de pelis
extranjeras mola más que el original. Lo curioso del caso, como todo el mundo
sabe ya, es que Operación: Trueno y Nunca Digas Nunca Jamás (ya empiezo a
cansarme de escribir el título entero) son las misma película. Es decir, que
NCDNJ (esto es mucho menos cansado de escribir) es un remake (tan de moda
ahora) de Operación: Trueno. El caso es que la original es mucho más divertida,
y está mucho mejor hecha. Connery es más Bond y Claudine Auger es una Dominó
mucho más atractiva de lo que fue Kim Bassinger, aunque enseñara menos cachaza
y se le notaban menos los pezones.
Y además, Bond sale con esa mochila cohete tan chula. El
caso es que ahora caban de anunciar el inico de rodaje de la nueva peli de Bond
con cara de Daniel Craig. Sí, la de Bardem, como se la conocerá, en lugar de un
título tan olvidadizo como “SKYFALL”. El caso es que ahora, una peli de Bondo
como las de antes estaría más cerca de una peli como la s de Austin Powers que
de un producto fardón y de espías que pudiera hacer algo de taquilla y no
conseguir que la chavalería se descojonase en los multicines. Por cierto, m
editor de texto cada vez que escribo “Bond” me lo cambia automáticamente a
“bondo”, comuna italiana en la provincia de Trento. Lo que significa que tengo una editor de texto elitista y
políticamente posicionado. El caso es que el nuevo Bond le debe muchísimo a las
pelis de Jason Bourne, que resucitaron el género con ese toque de realismo y
dinámica narrativa que, personalmente, me fascina.
Ésta ha sido mi principal reflexión durante el fin de
semana. Creo que ha habido más cosas sobre las que reflexionar, pero me puede
el desánimo y termino dejándome llevar por el ritmo de las caderas (caderazas)
de las chicas Bond.
Como punto y final tengo que decir que una peli de Bond con
malo con parche, es un planazo para un sábado tarde.
A pesar de que este tipo de reflexiones puede asaltarme en
cualquier momento, ya que llevo una ida terriblemente emocionante y asolada de
peligros, al menos en lo que a reflexiones se refiere, he estado dándole
vueltas al tema Bond (alguna cosilla más que las que he puesto ahí arriba ha
cruzado el espacio situado entre las patillas de mis gafas), una nueva me ha
saltado sin piedad: Invitas a cenar a un amigo en tu nueva casa, el día que a
él mejor le viene porque es un hombre ocupado. ¿Y quién o lo es hoy en día, no?
Bien, todo parece ser estupendo. Improvisas sobre la marcha una cena con lo que
tienes a mano, después de un cierre más o menos apretado. Pasan un par de
semanas y vuelves a decirle a tu amigo que se pase por casa, a comer o algo, y
el te dice, con tono socarrón: pero a ver si te estiras un poco más con la
comida, que la última vez me quedé tiritando”. Lo primero que piensas, así,
entre risas es un “¡qué cabrón!”. Per “cabrón” en plan “cabroncete”, pero según
pasan los días, le vas dando vueltas a la cabeza y piensas “este tipo, a pesar
de ser mi amigo, es un puto desagradecido”. Y claro, te avinagra un poco el
humor, porque es tu amigo, pero eso no quita que tu amigo sea un bocas, un
desagradecido o un gorrón. O las tres cosas, posibilidad que no mejora tu
humor. Lo dejaremos en, como diría Don Javier Krahe: "la próxima vez, a comer, te invita Rita, lo que soy yo, quita, quita".
Cualquier excusa es buena para mter una canción de Krahe, caramba.
Otra reflexión que ha asaltado, hace un rato, es que cuando te mudas y le das a tu amigos,
hombres de confianza, colegas, camaradas, compañeros y contados confidentes tu
nuevo número de teléfono. Para charlas. Para lo que pueda pasar. No sé, lo
normal. Y resulta que uno de estos hombres de confianza, colega, camarada,
compañero y confidente le da tu nuevo número a una persona que tu no querías que
lo tuviera (porque si lo quisieras se lo habrías dado tú mismo). Seguramente tu
amigo piensa que te ha hecho un favor, pero no, porque cuando menos te lo
esperas, te llama alguien con quien no quieres hablar como si fuera una
sorpresa. Un momento raro y desagradable.
Otra reflexión es la que se produce cuando te llama una
persona con la que mantienes una relación rara por no decir complicada. Salvado
lo extraño de la conversación en sí, el situación se vuelve entre molesta y
ridícula cuando esa misma persona vuelve a llamar, otras dos veces, para
ultimar algún tipo información que se había olvidado de trasmitirte. Cabe decir
que la conversación, además de incómodo es insulsa. Lo que voy a escribir ahora
puede ser un comentario que mucha gente no comprenda, no comparta o simplemente
piense que proviene de un enfermo mental. Creo que sólo lo hijos únicos pueden
comprenderlo). El caso es que cuando uno no realiza una llamada (o inicia una
conversación), lo más probable sea que esa conversación no le interese especialmente.
Siempre puede ser que quien te llame lo haga para decirte algo que te interese
o te afecte especialmente. Y eso es algo muy interesante, es evidente. Pero
cuando alguien te llama en plan “cuéntame algo”, sabes que por delante tienes
unos cuanto minutos de incómoda e insulsa charla. Es decir: me has llamado tú,
así que eres tú quien (se supone) tiene algo que decir. Yo no te he llamado
porque no tengo nada que decir.
Como decía antes, molan mucho más las pelis de Bond. Para no
rallarme más y aburrir a quien quiera que a estas alturas siga leyendo, dejo
una recomendación y un hallazgo. La recomendación es EL TEMOR DE UN HOMBRE
SABIO, la segunda parte de La Historia de Kvothe de Patrick Rothfuss. El primer
libro me enganchó de maravilla, pero la adicción que tengo con este segundo
libro la he experimentado pocas veces. Si no has leído el primer libro, hazte
con él para poder leer este segundo. Si ya has leído el primero, pues
seguramente ya estarás leyendo éste…
El hallazgo ha sido el trailer de esta peli de animación,
que no ha sido estrenada en nuestro país y que tiene pinta de ser descacharrante
y de estar cargado de metal.
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